En esta receta de polenta, el queso ricotta cremoso agrega una riqueza lujosa sin mucha grasa, mientras que el queso parmesano le da profundidad y complejidad. La mejor sartén para hacer polenta es a más picante , que tiene lados inclinados y una base redondeada, lo que facilita que un batidor o cuchara revuelva bien. Las sobras se pueden convertir en pasteles de polenta fritos en la sartén.
Se necesita equipo de cocina :
- taza medidora de líquidos
- tazas de medir
- cucharas de medir
- más picante o cacerola
- batir
- cuchillo de chef
- tabla de cortar
- rallador de queso
ingredientes
- 1 taza de agua más según sea necesario
- 1 taza de leche descremada
- 1/2 taza de polenta
- sal kosher
- 1/2 taza de queso ricotta bajo en grasa dividido
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- 2 cucharadas de hojas enteras de albahaca
Pasos para hacerlo
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En una sartén o cacerola, combine el agua y la leche. Deje hervir a fuego medio-bajo. Cuando hierva a fuego lento, espolvoree la polenta gradualmente en la olla, revolviendo enérgicamente con un batidor para evitar que se formen grumos. Agregue unpizca de sal y continúe hirviendo a fuego medio-bajo, revolviendo frecuentemente con un batidor.
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Cocine durante unos 20 minutos, hasta que la polenta no tenga una sensación arenosa en la boca al probarla. Agregue 1/4 taza de queso ricotta y queso parmesano y revuelva con un batidor o una cuchara de madera hasta que el queso se derrita.
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Mientras se cocina la polenta, póngale gasa a las hojas de albahaca: apile las hojas y enróllelas apretadas en forma de cigarro. Use un cuchillo para cortar el rollo en forma transversal para hacer tiras finas de albahaca. Ponga a un lado.
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Para servir, coloque una porción de polenta aproximadamente 1/2 taza en cada plato. Cubra con una cucharada de aproximadamente 1 cucharada de queso ricotta y espolvoree con un poco de gasa de albahaca. Sirva inmediatamente.